Así empieza esta historia en la que también hay una secta, música grunge, unos seres fantásticos, el sol de Andalucía y una mina que parece un laberinto. Todo esto y mucho más es ‘Feria’. Un concepto ambicioso que necesitaba una plataforma como Netflix que se atreviera a producirlo. Y se subieron a bordo enseguida».
La serie FERIA nos envuelve en un halo de misterio que se inicia cuando las hermanas descubren que no conocen realmente a sus padres como pensaban, puesto que el pueblo entero se les echa encima.
La obra de Netflix cuenta con ocho episodios los cuales se han rodado en las localidades de Zahara de la Sierra y Minas de Riotinto, donde también el equipo se desplazará a Ronda para continuar la grabación, además han contado con la colaboración de más de 700 extras zahareños y riotinteños.
La serie de “Feria” nació como una historia que narra el despertar de dos hermanas que descubren que sus padres no son como ellas pensaban. Es un film donde se pueden interpretar varias lecturas, a través del crecimiento y madurez de las protagonistas de la trama.
La historia está acompañada por un halo de misterio debido a un universo fantástico que recrea las escenas, dando lugar a la desidealización de los padres de las protagonistas, mostrando que no todo es lo que parece. Debido a que los padres de éstas llevaban una vida paralela oculta.
La trama se desarrolla en el ambiente de los años noventa, años de transición entre la época analógica y la digital de los dos mil, que los creadores de la serie han visto oportuno que se desarrolle su transcurso.
Por otro lado, el casting de selección de personal para la serie ha contado con un proceso exhaustivo de meses, sobre todo en la búsqueda de las protagonistas, que señalan que están muy contentos con el resultado, puesto que parecen hermanas.
En cuanto a la localización, para la elección de grabación Carlos Montero comenta que Andalucía era el sitio idóneo para la filmación porque reunía los requisitos que iban buscando sobre el halo de misterio que conlleva la mitología, el mundo religioso, etc. En definitiva, el contraste entre dos mundos opuestos, apostando por la industria andaluza como creadores del sector audiovisual.
Verónica Fernández expone que la llegada de Netflix ha supuesto el origen de dar voz a muchos creadores de contenido que antes no podían plasmar sus obras y que gracias a Netflix pueden llegar a multitud de personas, dando la posibilidad de poder crear contenido audiovisual accesible.
En otras palabras, Netflix es el escaparate que permite a los creadores poder abrir puertas y ventanas visibilizando gracias a su esfuerzo y trabajo constante.
Este trabajo se está desarrollando en plena pandemia, lo cual ha originado retrasos en la industria cinematográfica, pero sin embargo, comentan que han sabido salir adelante, gracias a la seguridad y esfuerzo dedicado al trabajo.
Carlos cuenta que le parece idílico el hecho de poder decidir y ser dueño del consumo de series de Netflix, porque otorga un abanico de posibilidades. Agustín también describe a Netflix como una plataforma de vídeo bajo demanda que ha evolucionado y que por tanto, afectan a las formas de consumir que tenemos en la actualidad.
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